Ariel de Enrique Rodó

Ariel

Prospero un viejo maestro da a los jóvenes un discurso empieza hablándoles de Ariel una entidad que aparece en los libros de Shakespeare, el maestro está cerca de la estatua de Ariel cuando empieza a hablarles a los jóvenes de la vida que la riqueza de la sociedad son los jóvenes que ellos tienen el poder y que si no hubieran existido jóvenes en los antiguos reinos estos no hubieran prosperado porque los jóvenes son la fortaleza de una nación, solo ellos pueden cambiar el rumbo de los acontecimientos  el maestro le comenta a sus estudiantes la importancia de desarrollarse como seres íntegros, pudiendo atender y ejercitar cada una de las partes de su ser.  El viejo maestro antepone a su Ariel a otra entidad, llamada Calibán, el cual es visto como el símbolo del egoísmo, del no tener razón y de los espíritus cortos e interesados. Así, Próspero dice como ideal a alcanzar al Ariel de Shakespeare, previniendo también sobre las fuerzas de Calibán, las cuales pueden llevar al hombre a alejarse de la senda de la rectitud y la ética, empobreciendo su espíritu. Sus últimas palabras dicen que los jóvenes deben dejar brillar a Ariel en sus corazones de ellos depende el futuro.

La personalidad y la democracia son, a la manera de principios, las ideas que se postulan y predican. Son las dos ideas principales que se desarrollan en este libro. Son dos ideas en las que se afirma y apoya el pedido y exhortación del Maestro. Él espera que sus discípulos accedan a la construcción del futuro mediante un pensamiento preocupado.

Se dice que Ariel representa a los jóvenes de Latinoamérica.